Observatorio
Casym

Observatorio del audio,
el sonido y la música grabada cordobesa.

El observatorio es una iniciativa desarrollada por Casym para la producción de datos e información sobre la actividad musical de la provincia de Córdoba.

Aplicación de Normas ISO en la música para la construcción de un ecosistema productivo en Córdoba

Marzo, 2025
Córdoba, Argentina

Este informe analiza en profundidad la importancia de aplicar y adaptar las Normas ISO al ecosistema musical de la provincia de Córdoba, tomando como referencia su integración en la Norma ECC desarrollada por el Clúster Audio, Sonido y Música (Casym). El documento expone cómo estos estándares internacionales, lejos de burocratizar la actividad artística, pueden ordenarla y potenciarla para lograr calidad técnica, trazabilidad, sostenibilidad y competitividad global.

1. Introducción a las Normas ISO

El sector musical cordobés, marcado históricamente por una lógica de autogestión dispersa y por la ausencia de estrategias productivas compartidas, enfrenta hoy el desafío de construir un ecosistema ordenado, articulado y sostenible. Este cambio requiere dejar atrás la informalidad y avanzar hacia la adopción de reglas claras y estándares de calidad que permitan profesionalizar la actividad, planificarla de manera sectorial y fortalecer sus circuitos comerciales, tanto a nivel local como internacional.

En este marco, es fundamental comprender qué son las Normas ISO. Las ISO (International Organization for Standardization) son acuerdos internacionales que fijan criterios técnicos y organizativos comunes para distintas actividades humanas y productivas. Se aplican en más de 160 países y permiten que productos, procesos y servicios cumplan niveles de calidad reconocidos globalmente. En el caso de la música, las ISO pueden regular desde cómo se identifica una obra o grabación, hasta cómo se gestiona un estudio de grabación o se diseña un catálogo digital.

En Córdoba, la adaptación de estos estándares se materializa en la Norma ECC, desarrollada por el Clúster Audio, Sonido y Música (CASYM), que traduce el lenguaje técnico de las ISO a parámetros específicos para la producción fonográfica, editorial y audiovisual local. Esta norma busca que cada obra, cada fonograma y cada producto musical cumpla con criterios verificables que lo hagan competitivo, trazable y reconocible en cualquier parte del mundo.

Como señala Maurizio Lazzarato (2013), “la economía contemporánea no se basa en la destrucción del saber, sino en su captura, su codificación y su rentabilización”. En la música, aplicar normas internacionales significa justamente eso: capturar y ordenar el saber productivo local para insertarlo en circuitos de valor que generen más visibilidad, más derechos y más ingresos para quienes producen cultura.

2. Normas ISO aplicables
a la actividad musical local

Las Normas ISO (International Organization for Standardization) no son leyes ni imposiciones externas: son acuerdos internacionales voluntarios, elaborados por especialistas de distintos países, que establecen criterios técnicos y organizativos comunes para garantizar que cualquier actividad productiva se desarrolle con calidad, eficiencia, trazabilidad y sostenibilidad.

Pretender ordenar y organizar un aparato productivo sin un marco teórico sólido o sin un sistema de estandarización de procesos es prácticamente imposible. En el caso de la música, esta dificultad se multiplica debido a la diversidad de dinámicas de trabajo, metodologías de producción y posicionamientos ideológicos o políticos que conviven en el sector. Cada agente —sea artista, productor, sello, técnico o gestor— suele operar con sus propios criterios, lo que dificulta alcanzar metas colectivas y aprovechar economías de escala.

La implementación de un marco consensuado como las Normas ISO permite superar las visiones fragmentadas y establecer reglas claras que conduzcan al conjunto del sector hacia objetivos comunes. En el ámbito musical, estas normas influyen en todas las etapas: desde la creación artística y la producción técnica, hasta la distribución comercial y la circulación internacional de los productos.

A continuación, se detallan las principales Normas ISO que se aplican directamente al sector musical y que, al adoptarse, contribuyen a construir un ecosistema productivo más integrado, profesional y competitivo.

2.1. ISO 9001 – Sistema de Gestión de Calidad

  • Descripción: Define requisitos para implementar un sistema de gestión de calidad. Aplica a cualquier organización, sea una empresa, sello, estudio o proyecto musical independiente.
  • Aplicación en música: Establece procesos claros para grabación, edición, mezcla, promoción, distribución y atención al cliente (artistas, audiencias, sellos).
  • Beneficio: Mejora continua, profesionalización del proceso artístico-productivo, y credibilidad ante clientes, socios y organismos de financiamiento.

Domenico Cascone, en Estética y gestión cultural (2015), afirma que “la profesionalización no se opone al arte, sino que lo potencia al establecer condiciones de posibilidad sostenibles para su circulación y valorización”. Bajo esta premisa, la Norma ISO 9001 se convierte en una herramienta clave para el sector musical, ya que permite establecer un sistema de gestión de calidad común a todos los agentes del ecosistema. Su aplicación unifica criterios, optimiza procesos y orienta las acciones hacia el cumplimiento de metas colectivas tales como el desarrollo de marcas artísticas sólidas, la consolidación de productos y servicios musicales competitivos, la mejora continua de los procesos productivos, y el fortalecimiento de la competitividad comercial, la proyección exportadora y la internacionalización de la música cordobesa.

2.2. ISO 3901 – ISRC (International Standard Recording Code)

  • Descripción: Asigna un código único e irrepetible a cada fonograma (grabación de audio) o videograma (videoclip musical). Es absolutamente importante que el código ISRC comience con la extensión AR (Argentina) a los fines que el fonograma o videograma no se distribuya como producto extranjero.
  • Aplicación: Permite identificar cada grabación en el mundo, facilitando su trazabilidad, control de uso y cobro de derechos conexos.
  • Vínculo: Es obligatorio para monetizar música en plataformas digitales y recolectar regalías.

Hardt y Negri (2000) señalan que “la producción inmaterial necesita nuevas herramientas de gobernanza para organizar la circulación global de signos y afectos”. En el ámbito musical, el Código ISRC (ISO 3901) es precisamente una de esas herramientas: un identificador único que acompaña a cada fonograma o videograma y lo distingue inequívocamente en cualquier parte del mundo. Su uso no solo garantiza que un producto cordobés sea reconocido como tal, sino que también permite que el aparato productivo local participe en los circuitos comerciales internacionales en igualdad de condiciones, asegurando competitividad, trazabilidad y acceso efectivo a regalías en el mercado global.

2.3. ISO 15706 – ISAN (International Standard Audiovisual Number)

  • Descripción: Código estándar para identificar obras audiovisuales, incluidos los videoclips musicales.
  • Aplicación: Facilita la gestión de derechos, licencias y sincronizaciones en plataformas audiovisuales.
  • Beneficio: Brinda legitimidad legal y comercial a productos audiovisuales musicales, clave para acuerdos publicitarios, editoriales o cinematográficos.

La adopción del ISAN (ISO 15706) en la producción audiovisual musical cordobesa permite que cada videoclip, concierto filmado o pieza audiovisual quede registrado con un código único y reconocido internacionalmente. Esto no solo otorga legitimidad legal y comercial a las obras, sino que abre puertas a mercados de sincronización, publicidad y cine, ámbitos con alto potencial de monetización. En términos productivos, su implementación fortalece la trazabilidad de los contenidos, mejora la capacidad de negociación de los productores y artistas locales y facilita su inserción en plataformas globales sin depender de intermediarios externos. Así, el ISAN se convierte en un recurso estratégico para industrializar el sector audiovisual musical y proyectar la producción cordobesa más allá de las fronteras provinciales y nacionales.

2.4. ISO 21000 – MPEG-21 (Gestión de contenido multimedia)

  • Descripción: Conjunto de normas para definir cómo los objetos digitales (como archivos musicales) pueden ser identificados, descritos, protegidos y comercializados.
  • Aplicación: Establece la estructura para que la música digital se integre correctamente en plataformas, catálogos y sistemas de pago.
  • Impacto: Fortalece la soberanía digital del contenido local y asegura compatibilidad global.

La implementación de la ISO 21000 – MPEG-21 en la producción musical cordobesa garantiza que cada archivo digital —ya sea un tema, un álbum o un videoclip— esté correctamente identificado, descrito, protegido y preparado para su comercialización en entornos digitales. Esto permite que la música local se integre sin fricciones en plataformas globales, catálogos internacionales y sistemas de pago automatizados, evitando pérdidas de derechos o ingresos por errores de registro. En términos productivos, fortalece la soberanía digital de la música cordobesa, al asegurar que los datos y metadatos de las obras estén bajo control local, y mejora la competitividad global al cumplir con los estándares que exigen la industria y los mercados internacionales.

2.5. ISO 3166 – Códigos de país

  • Descripción: Define abreviaturas estándar para identificar países. Por ejemplo: AR (Argentina), US (Estados Unidos).
  • Aplicación musical: Utilizado en ISRC y códigos UPC para indicar el origen del producto.
  • Riesgo: El uso de UPC gratuitos o ISRC extranjeros puede hacer que un producto argentino se registre como “estadounidense”, generando asimetrías estadísticas, económicas y culturales.

Lazzarato advierte que “el control sobre la codificación de los flujos simbólicos es una forma de dominio económico”. La correcta aplicación de la ISO 3166 – Códigos de país en la música cordobesa asegura que cada fonograma, videoclip o producto musical quede registrado oficialmente como producción argentina, protegiendo su identidad y su valor económico. Este estándar, integrado en los códigos ISRC y UPC, permite medir con precisión el volumen real de producción local, visibilizar el aporte económico del sector y fundamentar políticas públicas de fomento. Para Córdoba, implica fortalecer la soberanía simbólica y económica de su música, evitar que la inversión cultural se contabilice como extranjera y posicionar a la provincia como un polo productivo reconocido en estadísticas nacionales e internacionales.

2.6. ISO 15707 – ISWC (International Standard Musical Work Code)

  • Descripción: Código que identifica una obra musical (melodía y letra), independientemente de su grabación.
  • Aplicación: Es gestionado por entidades como SADAIC y permite cobrar derechos de autor por reproducción o ejecución pública.
  • Complementariedad: El ISWC identifica la obra, el ISRC identifica la grabación. Ambas son necesarias para una gestión integral.

La adopción sistemática del ISWC (ISO 15707) en la música cordobesa garantiza que cada obra —su melodía y letra— quede registrada e identificada de forma única a nivel mundial, independientemente de cuántas grabaciones existan de ella. Esto permite cobrar de manera precisa y transparente los derechos de autor por su ejecución pública, reproducción o sincronización, protegiendo así los ingresos de compositores y editoras locales. En combinación con el ISRC, el ISWC asegura una gestión integral de los derechos y fortalece el aparato productivo al generar flujos de ingresos más estables, aumentar la trazabilidad de las obras y respaldar la profesionalización de la cadena de valor musical en Córdoba.

2.7. ISO/IEC 15408 – Seguridad y autenticación de sistemas digitales

  • Aplicación en música: Protege archivos y catálogos digitales ante usos indebidos. Fundamental en plataformas de streaming, sistemas de archivo sonoro y bases de datos editoriales.

La implementación de la ISO/IEC 15408 en el sector musical cordobés garantiza la seguridad y autenticación de los archivos y catálogos digitales, protegiéndolos frente a usos indebidos, copias no autorizadas o alteraciones de contenido. En un contexto donde la distribución digital es el principal canal de circulación, este estándar es clave para resguardar la integridad de grabaciones, metadatos y bases de datos editoriales, asegurando que los derechos de artistas, sellos y editoras sean respetados. Su uso fortalece la confianza en los procesos de almacenamiento y distribución, mejora la reputación profesional del sector y permite que la música cordobesa se inserte en plataformas globales cumpliendo los requisitos de seguridad exigidos por la industria.

2.8. ISO/IEC 19788 – Metadata para recursos educativos

  • Aplicación: Estandariza la descripción de contenidos digitales educativos. Puede ser usado para catálogos de música educativa, partituras, muestras sonoras, etc.
  • Potencial: Inserta la música local en redes de educación formal y digital (educ.ar, bibliotecas digitales, etc.).

La aplicación de la ISO/IEC 19788 en el ámbito musical cordobés permite describir y catalogar de forma estandarizada contenidos educativos como partituras, fonogramas didácticos, muestras sonoras y material audiovisual formativo. Este estándar facilita la integración de la música local en redes y plataformas de educación formal y digital, como bibliotecas virtuales, portales educativos (ej. educ.ar) y repositorios internacionales. Su adopción potencia la visibilidad y circulación de contenidos musicales cordobeses en el ámbito académico, fortalece la conexión entre producción cultural y formación, y abre oportunidades para la exportación de recursos educativos musicales como parte de la economía del conocimiento.

2.9. ISO 266 / ISO 1683 – Frecuencias de referencia para la afinación

  • Descripción: Define la frecuencia del LA4 en 440 Hz como estándar de afinación internacional.
  • Aplicación: Usada en estudios de grabación, software de edición, instrumentos digitales y analógicos.
  • Importancia: Garantiza coherencia sonora entre distintas producciones y permite la correcta afinación de equipos y músicos en entornos profesionales.

La aplicación de las ISO 266 e ISO 1683, que establecen la frecuencia de referencia del LA4 en 440 Hz y los parámetros acústicos asociados, asegura que todas las producciones musicales cordobesas mantengan una coherencia sonora estandarizada a nivel internacional. Este estándar permite que estudios de grabación, software de edición, instrumentos digitales y analógicos trabajen en perfecta sintonía, evitando problemas de afinación o incompatibilidad entre producciones. En términos productivos, su adopción mejora la calidad técnica de las grabaciones, facilita la integración de músicos y técnicos en entornos profesionales globales y eleva la competitividad de la música cordobesa al cumplir con los parámetros que exige la industria discográfica y audiovisual en todo el mundo.

2.10. ISO 9613 – Acústica: atenuación del sonido en estudios de grabación

  • Descripción: Define cómo se comporta el sonido en distintos espacios físicos y cómo debe diseñarse un entorno acústico para garantizar calidad sonora.
  • Aplicación: Estándar clave en estudios de grabación, salas de ensayo, salas de conciertos.
  • Relación con ECC: La Norma ECC toma estos parámetros para evaluar condiciones mínimas en la producción fonográfica certificable.

La aplicación de la ISO 9613 en la música cordobesa garantiza que estudios de grabación, salas de ensayo y espacios de concierto estén diseñados y acondicionados para lograr una calidad sonora óptima, controlando la atenuación y propagación del sonido en diferentes entornos. Este estándar asegura que las producciones fonográficas y las experiencias en vivo se realicen bajo condiciones acústicas profesionales, lo que eleva la calidad técnica del producto final y mejora la competitividad frente a producciones nacionales e internacionales. Además, su integración en la Norma ECC permite establecer parámetros mínimos verificables para certificar producciones locales, fortaleciendo así el aparato productivo, atrayendo inversiones y consolidando a Córdoba como un polo de referencia en producción sonora de alta calidad.

2.11. GS1 – Código de barras UPC / EAN

  • Descripción: Código de producto estándar usado para catalogar y vender productos en tiendas físicas o digitales.
  • Aplicación musical: Obligatorio para comercializar fonogramas en tiendas digitales (Spotify, Apple Music, Amazon) y físicas.
  • Riesgo: El uso de códigos gratuitos de agregadoras extranjeras inscribe los productos como “extranjeros”, debilitando la medición de la producción local.

Como señala Pérez (2023), “el uso de estándares de terceros invisibiliza el aporte económico y simbólico de la producción musical local, delegando su valor a plataformas globales”. La adopción sistemática del código de barras UPC/EAN bajo el estándar GS1 en la música cordobesa permite que cada fonograma, álbum o producto musical físico y digital esté correctamente identificado, catalogado y comercializable en tiendas físicas y plataformas internacionales como Spotify, Apple Music o Amazon. Su uso con prefijo argentino asegura que la producción sea reconocida como nacional, fortaleciendo las estadísticas de la industria y respaldando la medición real del aporte económico del sector. En términos productivos, evita que la inversión local se registre como extranjera, mejora la trazabilidad de la producción y facilita la inclusión de la música cordobesa en cadenas de distribución globales, potenciando así la competitividad, las exportaciones y el posicionamiento internacional del aparato productivo provincial.

Conclusión

La aplicación coordinada de las distintas Normas ISO en el ecosistema musical cordobés representa una oportunidad estratégica para transformar la actividad en un aparato productivo sólido, competitivo y con proyección internacional. Cada estándar —desde los que identifican obras y grabaciones (ISWC, ISRC, ISAN), hasta los que regulan la calidad de procesos (ISO 9001), la gestión de contenidos digitales (ISO 21000), la acústica (ISO 9613), la afinación (ISO 266/1683) o la codificación comercial (UPC/EAN, ISO 3166)— aporta una mejora concreta: trazabilidad, legitimidad, protección de derechos, integración en mercados globales y valorización económica de la producción local.

Su adopción integral no solo eleva la calidad técnica y artística de las obras, sino que también fortalece la soberanía simbólica y económica de la música cordobesa, asegurando que cada inversión y cada creación se registren como parte del patrimonio cultural y productivo de la provincia. De este modo, las Normas ISO se convierten en un eje central para ordenar, profesionalizar e industrializar la actividad, beneficiando directamente a artistas, productores, sellos, empresas y emprendimientos, y posicionando a Córdoba como un referente de excelencia en la producción musical.

3. Las normas ISO
en el estándar de calidad Casym (ECC)

La Norma ECC (Estándar de Calidad Casym) surge como una adaptación estratégica de los estándares internacionales ISO a la realidad de la producción musical cordobesa. Su propósito no es burocratizar la creación artística, sino dotarla de un soporte técnico, organizativo y legal que permita al sector alcanzar niveles de calidad, competitividad y reconocimiento propios de un aparato productivo consolidado.

Lejos de ser una traba para la creatividad, la ECC actúa como un marco de referencia común que:

  • Certifica la calidad técnica y artística de las obras y productos musicales.
  • Documenta la trazabilidad y legalidad de cada producto, garantizando su identificación y protección en el mercado.
  • Favorece la inserción de la producción local en mercados institucionales, educativos y comerciales a nivel nacional e internacional.

Organiza la cadena productiva en torno a parámetros compartidos, reduciendo la fragmentación y fortaleciendo la articulación entre agentes.

La ECC integra de forma transversal herramientas ISO que responden a distintas etapas y necesidades del proceso productivo musical:

  • ISO 9001 (Gestión de calidad): para unificar procedimientos, optimizar recursos y establecer procesos de mejora continua.
  • ISO 21000 (Estructura y gestión de contenido digital): para garantizar que las obras puedan circular en plataformas y sistemas globales con metadatos correctos y estandarizados.
  • ISO 9613 (Acústica): para definir parámetros mínimos de calidad sonora en estudios, salas y espacios de producción.
  • ISO 3901 (ISRC): para asegurar la identificación única de fonogramas y videogramas musicales, protegiendo derechos y facilitando la monetización.
  • ISO 15707 (ISWC): para registrar y proteger obras musicales (melodía y letra) en cualquier parte del mundo.

Además, la ECC adopta la lógica del modelo de mejora continua PDCA (Plan–Do–Check–Act), lo que permite que los procesos no sean estáticos, sino que evolucionen en función de evaluaciones periódicas, innovación tecnológica y cambios en el mercado.

En síntesis, la Norma ECC funciona como una traducción territorial de las ISO: toma el lenguaje técnico global y lo adapta a las condiciones, capacidades y desafíos del ecosistema musical cordobés. Con ello, habilita la posibilidad de competir en igualdad de condiciones en mercados internacionales, sin perder identidad ni control sobre la producción local.

4. Por qué Córdoba necesita
un aparato productivo sólido,
ordenado y con reglas claras

4.1. El problema de la autogestión dispersa

El modelo de autogestión, si bien ha sido legítimo y necesario en contextos de insipiencia, informalidad y precariedad, se ha consolidado como un patrón estructural que, en lugar de evolucionar hacia la articulación sectorial, muchas veces reproduce desorganización, fragmentación y pérdida de valor productivo. En la práctica, esta dispersión se traduce en:

  • Ausencia de estándares compartidos, lo que dificulta garantizar niveles mínimos de calidad técnica y artística.
  • Falta de articulación entre agentes (artistas, sellos, técnicos, gestores, productoras), impidiendo el desarrollo de economías de escala y redes de colaboración sostenibles.
  • Limitado acceso a mercados internacionales, al no cumplir con requisitos técnicos, legales y contractuales que exigen la industria y las plataformas globales.
  • Pérdida de retornos económicos y simbólicos: la música cordobesa queda subrepresentada en estadísticas y catálogos internacionales, debilitando su capacidad de negociación.
  • Predominio de la improvisación sobre la planificación, lo que desalienta procesos de profesionalización y limita la proyección a largo plazo. 

En síntesis, la autogestión sin articulación ni planificación ha terminado cristalizando una lógica de producción aislada y de bajo impacto colectivo, incapaz de sostener un crecimiento orgánico virtuoso para toda la actividad. Esto habilita el dominio de la lógica del mercado, el limitado crecimiento individual que alcanza un techo en el plazo inmediato, y una economía de servicios sujeta a los destinos de la macroeconomía del país.

4.2. La independencia no debe implicar desconexión

La independencia musical, entendida como autonomía creativa y económica, es un valor irrenunciable pero no autosuficiente. No hay independencia productiva sin un ecosistema musical que propicie las condiciones de posibilidad. Sin embargo, en el discurso y la práctica del sector muchas veces se ha confundido independencia con desconexión, fomentando prácticas aisladas y carentes de planificación, estándares y vínculos estratégicos.

La verdadera independencia debe ser activa, articulada y conectada:

  • Soberanía creativa y libertad artística, para definir los contenidos musicales sin condicionamientos externos.
  • Soberanía económica, para controlar la comercialización de las obras y productos musicales.
  • Inserción en un sistema ordenado, que cuente con reglas claras, contratos estandarizados y circuitos de distribución eficientes que potencien el alcance y la rentabilidad de la producción local.

Una independencia productiva inteligente no significa trabajar en soledad, sino sumar fuerzas en un ecosistema articulado que multiplica las oportunidades y fortalece la identidad cultural en los mercados.

4.3. El rol de las Normas ISO como herramientas objetivas

Las Normas ISO ofrecen un camino consensuado para superar la fragmentación sin caer en debates interminables o disputas ideológicas que paralizan la acción. Son parámetros internacionales adaptables al territorio, que permiten organizar y profesionalizar el sector a través de:

  • Producción: estableciendo criterios mínimos de calidad y eficiencia en todos los procesos.
  • Documentación e identificación: asegurando la trazabilidad de cada obra y producto.
  • Comercialización y trazabilidad: garantizando que cada producto pueda ser reconocido y monetizado en cualquier mercado.
  • Gestión de derechos: protegiendo los ingresos y la propiedad intelectual de los creadores.
  • Promoción y circulación: facilitando la inserción de la música local en redes globales de distribución y difusión. 

En este sentido, las ISO no son un obstáculo burocrático, sino una base objetiva y verificable sobre la cual construir consensos sectoriales, definir metas comunes y consolidar un aparato productivo musical cordobés que pueda competir, crecer y sostenerse en el tiempo.

4.4. Conclusión

Córdoba necesita un aparato productivo sólido, ordenado y con reglas claras para transformar su abundante talento y diversidad creativa en una industria musical sostenible, capaz de generar empleo, inversión y proyección internacional. Sin una estructura común, estándares compartidos y articulación entre los actores, la producción local queda fragmentada, con bajo impacto económico y escasa competitividad externa. Un sistema organizado permite profesionalizar procesos, proteger derechos, optimizar recursos y acceder a mercados globales, asegurando que el valor generado por la música cordobesa se traduzca en beneficios concretos para artistas, empresas y la comunidad cultural en su conjunto.

5. El impacto económico de normalizar
e industrializar el ecosistema musical cordobés

Córdoba produce actualmente entre 2000 y 3000 fonogramas por año, un volumen significativo dentro del contexto nacional. Sin embargo, en ausencia de un aparato productivo normalizado y un sistema estandarizado de registro y codificación, gran parte de esta producción termina siendo registrada en el exterior a través de agregadoras digitales que ofrecen códigos ISRC y UPC gratuitos, sin olvidar que en un alto porcentaje las obras musicales no cuentan con código ISWC (registro). Esto genera múltiples consecuencias negativas:

  • Debilitamiento de las estadísticas locales: la producción no figura como argentina en los registros internacionales.
  • Pérdida de capacidad de medición real: sin datos precisos, es imposible dimensionar el aporte de la música a la economía provincial.
  • Invisibilización del aporte económico y cultural: la inversión y el esfuerzo local quedan diluidos en estadísticas de otros países.
  • Menores retornos impositivos y laborales: al figurar como producción extranjera, los beneficios fiscales, de regalías y de empleo no se capitalizan localmente.
  • Menor poder de negociación sectorial: sin cifras oficiales sólidas, se debilita la argumentación para acceder a políticas públicas, subsidios o incentivos. 

Valorización económica estimada

La valorización económica estimada del ecosistema musical cordobés refleja el aporte directo que realiza el sector a la economía provincial. El costo promedio de producción de un fonograma se ubica en torno a los USD 1000, monto que incluye las etapas de composición, producción musical, grabación, mezcla, masterización, diseño del arte de tapa, distribución básica y comercialización. Este cálculo no contempla inversiones adicionales en campañas de marketing ni en fabricación física de formatos como CD o vinilo, que podrían incrementar significativamente el valor final.

Tomando como referencia una producción anual estimada de 2500 fonogramas —cifra intermedia entre los 2000 y 3000 que se generan cada año en la provincia—, el resultado es una inversión total anual cercana a los USD 2.500.000. Esta cifra representa un aporte cultural y económico directo de gran relevancia, que, con un sistema de registro y codificación estandarizado, podría ser visibilizado plenamente en las estadísticas oficiales, fortaleciendo la posición del sector en la definición de políticas públicas y en la captación de recursos para su desarrollo.

  • Costo promedio por fonograma: USD 1000
    (Incluye composición, producción musical, grabación, mezcla, masterización, arte de tapa, distribución básica y comercialización; no contempla campañas de marketing ni fabricación física).
  • Producción anual estimada: 2500 fonogramas
    (Cifra intermedia entre los 2000 y 3000 anuales).

Inversión total estimada: USD 2.500.000 al año (Aporte directo del sector musical a la economía provincial).

Proyección a 5 años

La proyección a cinco años del ecosistema musical cordobés, manteniendo el nivel de producción y el costo promedio actual, indica que la provincia generará una inversión estimada en USD 12.500.000. Este cálculo se basa en la continuidad de una producción anual de aproximadamente 2500 fonogramas con un costo unitario de USD 1000.

Con la implementación de un aparato productivo normalizado y el uso sistemático de estándares de calidad y registro, este monto podría incrementarse entre un 20% y un 30% gracias a una mejor monetización de regalías, sincronizaciones y exportaciones. A su vez, este crecimiento impulsaría un aumento del empleo formal en estudios de grabación, sellos discográficos, editoriales musicales y empresas de servicios conexos como gestión editorial, gestión discográfica, entre otras.

Además, un ecosistema profesionalizado y bien registrado tendría un impacto positivo en la recaudación impositiva local y nacional, fortaleciendo tanto la economía del sector como el financiamiento público destinado a la cultura, y consolidando a Córdoba como un polo de producción musical de relevancia internacional.

  • Incrementarse en un 20 a 30% gracias a una mejor monetización de regalías, sincronizaciones y exportaciones.
  • Generar un aumento del empleo formal en estudios, sellos, editoriales y empresas de servicios conexos.

Mejorar la recaudación impositiva local y nacional asociada a la industria musical.

Impacto de no registrar productos como argentino

Cuando los productos musicales se registran con códigos extranjeros el valor total anual (USD 2,5 millones) se contabiliza como producto extranjero. Se pierde la posibilidad de mostrar este aporte en informes económicos provinciales y nacionales. Se debilita la soberanía productiva y estadística, ya que la música cordobesa no aparece como parte de la producción oficial del país.

Conclusión

Normalizar e industrializar el ecosistema musical cordobés no es solo una cuestión técnica, sino una estrategia de desarrollo económico, cultural y político. Garantizar que cada producto musical cumpla con los estándares y las Normas ISO, se registre como producto argentino, con códigos y directrices internacionales, es asegurar que la inversión local se visibilice, se potencie y se reinvierta en beneficio directo de artistas, empresas y trabajadores de la música en Córdoba.

6. Propuestas para la ampliación de normas ISO
y el desarrollo industrial de la música cordobesa

La aplicación de normas ISO en la música no debe entenderse como un proceso estático ni agotarse en su mera adopción literal de estándares internacionales. Por el contrario, su mayor potencial radica en la capacidad de adaptarlas, ampliarlas y proyectarlas para que respondan a las particularidades musicales, económicas y productivas del ecosistema musical de Córdoba.

La experiencia internacional demuestra que los países y regiones que logran una mayor competitividad cultural no se limitan a cumplir con los estándares globales, sino que los reinterpretan para convertirlos en una ventaja estratégica. Esto implica integrar a las ISO criterios locales que reconozcan:

  • Las condiciones técnicas y de infraestructura reales de la provincia.
  • Las escalas productivas y los modelos de negocio más frecuentes en el sector.
  • La diversidad de prácticas artísticas y estilos musicales.
  • Las particularidades legales y fiscales del contexto argentino.

En este sentido, la ampliación de las normas puede no solo optimizar la calidad técnica, sino también fortalecer la soberanía cultural y económica, garantizando que la producción cordobesa esté preparada para competir en el mercado global sin perder su identidad ni depender de intermediarios externos.

A continuación, se proponen líneas de acción concretas que orienten esta ampliación y adaptación de las normas ISO, asegurando que su implementación sea un motor de industrialización del sector musical, y no simplemente un requisito formal.

6.1. Ampliación de normas y adaptaciones necesarias

La ampliación de normas y adaptaciones necesarias para el desarrollo del ecosistema musical cordobés implica avanzar más allá de la aplicación literal de estándares internacionales, generando marcos técnicos que respondan a las realidades y necesidades locales. Una primera línea de acción sería el desarrollo de una norma ISO local para la industria musical independiente, inspirada en la ISO 9001, que incluya parámetros específicos de organización productiva, gestión de derechos, comunicación y circulación de la música independiente.

En paralelo, se propone la adaptación territorial de la ISO 21000 para la creación de catálogos musicales cordobeses, con el fin de optimizar la identificación, la interoperabilidad entre plataformas y el licenciamiento de obras en mercados nacionales e internacionales.

También resulta clave la inclusión de parámetros acústicos locales en la ISO 9613, evaluando las condiciones edilicias reales de los estudios de grabación de la provincia y adaptando el estándar a modelos sostenibles y económicamente accesibles que permitan elevar la calidad sin excluir a productores de menor escala.

Por último, se plantea la elaboración de una guía de buenas prácticas basada en normas ISO, destinada a cooperativas, sellos emergentes, asociaciones y festivales, que funcione como referencia para mejorar la organización, la calidad técnica, la protección de derechos y la proyección comercial de sus actividades. Esta guía actuaría como puente entre la teoría de las ISO y su aplicación práctica en la realidad cotidiana de la producción musical cordobesa.

6.2. Políticas para el desarrollo industrial del ecosistema musical

Las políticas para el desarrollo industrial del ecosistema musical cordobés deben orientarse a consolidar un marco de gestión, registro y articulación que permita potenciar la producción local y aumentar su competitividad en mercados nacionales e internacionales.

Un primer paso sería crear un registro oficial de fonogramas cordobeses con codificación estandarizada —integrando ISRC, ISWC y UPC— que facilite el seguimiento, la valoración y la trazabilidad de cada obra. Este registro, además de aportar información precisa para diagnósticos sectoriales, permitiría incluir la producción musical en políticas públicas de fomento y financiamiento.

En paralelo, se propone incorporar la Norma ECC como criterio de calidad y profesionalización en líneas de fomento, concursos y premiaciones a nivel municipal, provincial y nacional, incentivando que los proyectos que aspiren a apoyo público adopten estándares internacionales adaptados al territorio.

Otra medida clave es establecer acuerdos con universidades y organismos técnicos como el IRAM, INTA o INTI para desarrollar estándares propios para la industria musical argentina, que complementen las normas ISO y respondan a las particularidades de producción, distribución y comercialización del país.

Finalmente, se plantea fomentar la creación de clústers productivos musicales especializados por subsectores —editorial, fonográfico, audiovisual, educativo— con el objetivo de promover economías de escala, mayor especialización técnica, profesionalización del sector y expansión hacia mercados de exportación. Estos clústers, interconectados, funcionarían como nodos estratégicos para el crecimiento sostenido del aparato productivo musical de Córdoba.

7. Conclusiones
y recomendaciones

Superar el modelo de autogestión dispersa, informal y sin estrategia no significa renunciar a la creatividad ni perder autonomía artística. Significa dotar al ecosistema musical cordobés de una infraestructura técnica, organizativa y legal capaz de transformar el talento en desarrollo sostenible. Organizar la producción cultural local con base en normas técnicas internacionales y en marcos adaptados como la Norma ECC no es un fin burocrático, sino una condición necesaria para garantizar calidad, equidad, trazabilidad y sostenibilidad en cada etapa de la cadena de valor.

Las Normas ISO, lejos de ser una imposición externa, constituyen un lenguaje común y verificable para articular a artistas, productores, sellos, editoriales, gestores y empresas de servicios en torno a objetivos compartidos. Su implementación progresiva, crítica y adaptada permite profesionalizar procesos, ordenar el flujo de producción, proteger derechos, optimizar la circulación y reforzar la identidad de la música cordobesa en mercados nacionales e internacionales.

Tal como afirman Hardt y Negri, la potencia del trabajo cultural se libera cuando se lo dota de condiciones materiales, organizativas y normativas que sostienen su circulación. En el caso de Córdoba, estas condiciones implican sistemas de registro estandarizados, datos estadísticos precisos, codificación de productos con identidad nacional, parámetros de calidad acústica y técnica, y marcos contractuales claros que fortalezcan la posición del sector.

El sector musical cordobés no necesita más retóricas vacías ni debates estériles: necesita instrumentos concretos, reglas claras, acuerdos sectoriales y estrategias colectivas que integren la diversidad creativa en un aparato productivo sólido. La adopción y adaptación inteligente de normas internacionales no es solo una herramienta técnica, sino una palanca estratégica para que la música deje de ser percibida como una pasión atomizada y se convierta en un motor legítimo de desarrollo simbólico, económico, social y territorial, con impacto directo en la vida de artistas, empresas y comunidades.

Referencias bibliográficas

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